Ya se acerca el fin del primer mes de este 2017, y cada vez pareciera que se hace más cierto ese dicho de “el tiempo vuela”. ¿Cómo vas con tus propósitos de Año nuevo? Muchas estadísticas, y la experiencia al final de cuentas, indican que son muy pocos los que mantienen sus propósitos más allá de las primeras semanas del año. Sin embargo, esos propósitos los hacemos pensando en que queremos un mejor futuro, tal vez con mejor salud, o un mejor trabajo.
Repeticiones
La primera vez que empecé a ir a un gimnasio formalmente a usar aparatos en vez de jugar en una cancha de basquetbol, soccer o bicicleta; una de las prácticas a las que le tomé un gusto especial fueron las pesas. Siempre había pensado que era un tema de vanidad, pero tras unas semanas de práctica noté que en verdad me sentía mucho mejor (aunque seguía sin parecerme a Charles Atlas).
Pero no nos desviemos mucho del tema. Mi punto es que, el primer día, recuerdo que el entrenador me pidió 4 series de 15 repeticiones con unas pesas de 5 libras. Cuando tomé las pesas me sentí ofendido, eran muy pequeñas y livianas. “¿Qué me habrá insinuado el entrenador?”, pensé, esto lo levanta un niño con el dedo meñique. Pero bueno, fui obediente, terminé las primeras 15 repeticiones. Mi desconcierto empezaba a convertirse en molestia. “Así tardaré años en estar sano, pensé”. Luego hice las segundas 15. Cuando estaba a la mitad de la tercera serie de 15, mis brazos empezaban a sentir que esas micro pesas empezaban a crecer en cada repetición. Para cuando estaba la mitad de la última serie de 15 ya tenía que hacer esfuerzo para completar. “Seguro es porque es la primera vez que vengo”, pensé. Pero con las semanas fui cambiando la mezcla de repeticiones y las libras de las pesas. Encontré el patrón: “No es el peso lo que cuenta” sino las veces que uno repita la tarea. ¿Qué no es así la vida?
Fractales
Confieso que me gustan mucho las presentaciones de TED en la red. Las veo poco porque son demasiadas para poder seguirlas a un buen paso. Sin embargo, tengo mis favoritas. Una de mis tres favoritas es la presentación que hizo Benoit Mandelbrot poco antes de fallecer. Gracias a su creación es que hoy existen algoritmos para, por ejemplo, tener imágenes de muy alta resolución que usen menos recursos computacionales (más valor).
Los fractales han sido estudiados desde antes del trabajo de Mandelbrot en IBM, pero él fue quien finalmente los describió y nombró. Hoy, todos los reconocemos. El más famoso de todos es su “Conjunto de Mandelbrot”, que tiene la forma de un extraño insecto. Para quien jamás ha estudiado esta imagen infinita, vale la pena que vean los vídeos que muestran la belleza de esta figura que nunca termina. Lo más hermoso e interesante es lo simple de la ecuación que genera dicha figura:
No es mi objetivo hacer todo un estudio de los fractales, sino tomar y usar las palabras que el mismo Benoit Mandelbrot usó cuando cerró su presentación en TED: “Maravillas Inescrutables brotan gracias a reglas simples, repetidas infinitamente”. ¿Suena conocido?
Lean Manufacturing
Hace ya casi 20 años que tuve mi primer viaje a Japón, mis primeras visitas a plantas Japonesas, y mis primeros eventos Kaizen. En estos casi 20 años he conocido empresas que son ejemplares en sus mejores prácticas, y otras que no lo son tanto. ¿Dónde está la diferencia?.
A veces pensamos que Lean o Six Sigma son prácticas que solo los grandes gurús entienden o que se necesitan muchos niveles de certificaciones y conocimientos de posgrado para ser un ingeniero que produzca resultados con estos principios. Pues resulta que ni ingeniero debes de ser. Como lo has de deducir, amigo lector, sabes a dónde voy.
Lo que he visto en las empresas exitosas, no es muy diferente que lo que he visto en las personas sanas. Una persona sana no es aquella que tiene la musculatura de Charles Atlas, sino aquella que es disciplinada es hacer cosas simples con su dieta y ejercicio, pero de manera permanente. No existe mucha diferencia entre los arranques de estrategias como “Implementar as 5S” en empresas, y los propósitos de año nuevo que cada quien como individuo hace cada mes de enero. No te exagero cuando te cuento que en verdad llegué a ver una empresa que tenía una fuerte campaña de Lean Manufacturing, pero la política de dirección era que no se podían hacer eventos Kaizen pues eso saca a los trabajadores y a los ingenieros “de su trabajo”. ¿Notas alguna incoherencia ahí?
Amigo lector, ¿qué encuentras con más frecuencia en tu empresa? Campañas intermitentes de estrategias que se ponen de moda, que luego son sustituidas por la nueva técnica que ahora le aprendemos a otra empresa. O pequeñas buenas costumbres enfocadas en resolver y eliminar problemas en la empresa. Recuerda que tu empresa está viva, y necesita disciplina y repeticiones para estar sana, para vivir por muchos años.
¡Feliz 2017!
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